viernes, junio 09, 2006

El valor de la paz

Por esta época esta muy de moda la idea de la paz: en Colombia, en el mundo, o incluso en la intimidad familiar se habla de ello. Pero… ¿Qué es la paz y como se obtiene? Esto es muy difícil de determinar, porque, pensándolo bien, la paz (como todo en exceso) puede llegar a ser muy aburrida.

“Si vis pacem, para bellum” (si quieres paz, prepárate para la guerra). Julio César fue muy acertado en esta aseveración, porque como todo, la paz tiene un precio que a veces, no muchos están dispuestos a pagar. Para su fortuna, esto solo requería vigilar las fronteras eficientemente, pero en esta edad moderna las cosas se complican un poco gracias a la magia del dinero. Marx dijo que la religión era el opio del pueblo, y tenia razón, toda vez que la nueva religión es la del dinero. Así, es fácil deducir a quien le rendimos nuestro culto y esfuerzos.

Para esta nueva religión casi nada es imposible. Solo parece imposible conseguir la tan anhelada paz. ¿Por que?, sencillo, la guerra, como todo, es un negocio, uno muy activo que depende no solo de los asustados vaqueros norteamericanos que, a la usanza soviética, disparan para luego preguntar. Ese negocio también depende de los países en conflicto, que compran toneladas de municiones y armamento ligero y pesado, de todos los alcances, de la venta de medicinas, de la oferta de múltiples y cómodos servicios funerarios, de combustible, de vestimenta… en consecuencia, los países en conflicto, los particulares amantes de la caza y los gobiernos miedosos se inscriben en una carrera armamentista de enormes proporciones. Mientras tanto, las inversiones para la paz son pocas y no muy rentables. Mientras tanto, las ONG más importantes y la ONU se hacen las de la vista gorda y se contentan con dar tristes ayudas, o mejor, dar el pescado, pero no enseñar a pescar ni suministrar los medios para seguir pescando algo de incipiente progreso.

Pero la cosa no para ahí, no contentas las grandes corporaciones con financiar la violencia, distraen al respetable publico mostrándoles una paz ficticia en sus comerciales de productos inútiles pero bonitos. El capitalismo descarnado y unos eficaces medios de comunicación sirven para embobar a las masas y hacerles olvidar que hay algo más trascendental que ellos mismas. Esta actividad mediática masiva, por supuesto, deja muchas ganancias. Unas zapatillas Adidas: $220.000, olla arrocera de ultima generación de Óster: $150.000, dos galones de biogasolina: $25.000, consumismo inconciente: no tiene precio. Sección patrocinada por Master – Card.

Tal vez estamos viviendo la paz anhelada, pero no nos damos cuenta que está ahí, tal vez lo que buscamos es una utopía imposible de realizar, ya que ni siquiera sabemos (ni siquiera hay unanimidad en su concepto) que es realmente la paz y como se pretende alcanzarla, hay muchas cosas en juego, como para pensar que podemos sacrificar gran parte del balance económico mundial para llegar a ella.

No hay comentarios.: