miércoles, junio 07, 2006

El mal menor

En estos últimos días se vino a confirmar un evento que estaba anunciado desde hace 4 años: Su Majestad Álvaro Uribe fue, muy a nuestro pesar, reelecto para seguir calentando el Solio de Bolivar. Pero que no se crea el favorito de la nación, de hecho, no hay nada mas alejado de la verdad. Porque así como los votos para el candidato del Polo Democrático Alternativo, Carlos Gaviria, fueron más por inconformismo que por esperanza en la izquierda, también los votos para Uribe fueron por la desilusión nacional de no ver (ni concretar) alternativas reales y diferentes a las que la historia nos tiene acostumbrados.

Hace unos días en la revista Semana salió un comentario mencionado por Horacio Serpa, ex candidato a la presidencia por el decadente y leproso Partido Liberal, en el que afirmaba, de una manera algo resentida que "Hitler también fue elegido por la mayoría". En este claro paralelo pareciera que en verdad la muerte de los partidos políticos está mas que cerca y así transformarse en un mal recuerdo solamente.

Creo, sin lugar a dudas que nos sucedió algo parecido a lo que en Perú aconteció, ya que guiados por la premisa del mal menor, los cholos resolvieron su disyuntiva electoral: Ollanta Chavez Jr. Humala o Alan Corruptus nefastus García. A mi modo de ver, no pudieron escoger de peor manera, pero como dice un refran citado por una amigo mío: Entre dos males, un pesimista escoge los dos.

Aunque solamente es necesario revisar de manera crítica un libro de historia colombiana de primaria para saber que el espantoso círculo vicioso y excluyente de finales del siglo XIX e inicios del XX que coronara Rafael Nuñez con su "Regeneración", se está repitiendo esta vez con el proclamado "mesías colombiano" de Uribe. Sólo espero que no estemos condenados a repetir nuestra bárbara historia.

1 comentario:

Coprólalo dijo...

No espere que nuestra barbárica historia se repita, ya está pasando. Álvaro Rafel Uribe Núñez es el presidente que el ignaro pueblo colombiano ha escogido como mandatodo. No se nos haga raro un "descuido estatal" que le otorge a Estados Unidos no el Canal, sino el país entero. Estamos destinados a la perdición si la ignorancia continúa como emblema nacional.