Winston González habla con Sebastián Peñuela, para Censura Oficial

Día: 9 de febrero de 2006.
Lugar: Sala de redacción del diario El Tiempo.
Entrevistado: Winston González Del Río.
Cargo: Subeditor noticias sección Bogotá.

Sebastián Peñuela: Buenos días.
Winston González: Muy buenos días.

Sebastián Peñuela: ¿De cual universidad es usted egresado?
Winston González: De la Universidad Central, de Bogotá.

S.P.: ¿Qué año?
W.G.: eso fue en el año… 95, y tengo un postgrado en Especialización en Comunicación y Educación.

S.P.: ¿Cuánto tiempo lleva trabajando en El Tiempo?
W.G.: 12 años, desde el ’93… ya voy para 13 años.

S.P.: ¿Cómo define usted el ser periodista?
W.G.: El ser periodista… lo más importante es ser reportero, estar en la calle consiguiendo información, confrontando noticias. Lamentablemente a veces caemos en pensar que el periodista toma una sola declaración y después pasa a sala de redacción. Eso no, hay un principio básico para mi, y es que el ser periodista es estar en la calle buscando información, hablando con la comunidad, de vez en cuando hablar con funcionarios, pero no encerrado en una sala de redacción, ni en los despachos oficiales. Es el primer principio.

S.P.: ¿Cuáles son los aspectos positivos y negativos del periodismo?
W.G.: Positivos, el que uno, como ya se ha dicho, es un puente, digamos, entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial y la comunidad. Positivo, en que uno aquí, en un medio de comunicación puede buscar espacios públicos donde confluyan los intereses de la gente del común, y no tanto que uno este atendiendo o difundiendo intereses de la gente del poder, eso es lo positivo. Digamos que lo negativo, los retos, son a veces, supongo, los inconvenientes que se presentan para poder cumplir esas funciones, para hacer real ese ideal que uno tiene sobre el oficio; por eso hay varias figuras, aunque aquí no es el caso, de censura, autocensura, que no tienen que ver con el tema de autorregulación, que es otro campo en donde uno puede optar por publicar o no una información, pero no dependiendo del interés de alguien. Entonces, yo creo que eso seria un aspecto negativo, y otro aspecto negativo que el periodismo ha podido superar es el tema de la inseguridad para ejercer el tema del periodismo porque, digamos que Colombia tiene elementos que no tiene ningún otro país, en Colombia usted encuentra delincuencia común organizada que reacciona cuando le tocan sus intereses, ladrones de cuello blanco, corrupción administrativa, paramilitares, guerrilleros, narcotráfico. Si usted se pone a ver y a hacer un recorrido por un mapa y no encuentra ninguno de esos elementos conjugados en ningún otro país del mundo. Entonces aquí es muy fácil pisar callos, incomodar los intereses de alguien para donde uno se mueva porque hay muchos estratos o esferas de lo ilegal, y uno esta como en medio, como si fuera una licuadora, en medio de los intereses de esas esferas de lo ilegal.

S.P.: ¿Ha sufrido en algún momento, persecuciones por su trabajo?
W.G.: No, hubo una muy menor cuando hicimos una denuncia de la Gobernación de Cundinamarca sobre unos contratos, en donde me llamo un contratista para decirme que debería darme miedo salir de noche porque con ese frío que hacia… y que tenia que cuidarme. La verdad, yo creo que no paso de ser un episodio con una persona muy bocona, no, afortunadamente no paso a mayores.

S.P.: ¿En que consiste exactamente su labor en el periódico?
W.G.: Mi labor en el periódico, la de subeditor, no es solamente es una labor administrativa, de estar pendiente de los periodistas de la sección, sino una labor operativa, cualquier reportería, trabajo de grupo, ayudar a enfocar temas, a sugerir informes, como los vamos a desarrollar, que debemos tener en cuenta, revisar procesos. Adicionalmente se esta haciendo una labor multimedia, eso también es competencia mía, coordinar el periodismo multimedia de la sección; y es que los periodistas de El Tiempo hacen notas para Citytv y aportan elementos noticiosos para el punto com. Y así lo hemos empezado a hacer con los periodistas de la sección dentro del tema de la convergencia de la multimedia. Esa es otra labor que tengo yo acá.

S.P.: ¿Podría, brevemente, mencionar su rutina?
W.G.: Pues uno no tiene hora de llegada ni de salida, puede ser a cualquier hora. Inicialmente, los lunes es la reunión de planeación y básicamente se cuadra lo del resto de la semana, discutimos los temas, los enfoques, a quien y porque consultar, elaboramos un agenda informativa, que es una carta de navegación de la semana: que tema va para tal día, en que prioridad quedó y después de esa reunión lo que empezamos a hacer es a contactar fuentes, hacer cita, y hablar con esas personas, nos documentamos y regresamos a analizar esos documentos y los testimonios para decidir el enfoque y si hay necesidad, volver a consultar a esa misma fuente para que, simultáneamente con la redacción del trabajo, uno vaya reconfirmando la información los testimonios y las estadísticas. Eso como parte del proceso periodístico. Y la rutina, pues estar saliendo y entrando dependiendo del tema que tenga el día o para una reportería programada, pero básicamente no hay aquí un libreto, uno puede tener una entrevista para las 3, pero se le queda por una noticia que paso en el sur, es decir, tratamos de no cuadricularnos con esos libretos o con una agenda tan exacta sobre lo que tenemos que hacer.

S.P.: ¿Cuáles cree que son los retos del periodista contemporáneo?
W.G.: Ser mas local. A veces se habla mucho de la globalización de la economía, de las telecomunicaciones. Pero yo creo que la gente del común, los lectores, los navegantes del Internet, los radioescuchas, tienen tantas opciones para saber que esta pasando en el mundo y en el país, que los medios no nos estamos ocupando de lo que es lo que pasa en la cuadra, en el barrio. Mi visión es que los periódicos deben pensar en el negocio como algo global, si, pero actuar local, ocuparse mas de lo que esta pasando en el barrio y no de lo que esta pasando en el Medio Oriente, porque hay muchos medios que a través de Internet ofrecen esa alternativa y nosotros no podemos ser otro de esos medios porque la gente tiene ahí ya la alternativa de Internet, entonces esta mas en desarrollar el sentido del periodismo comunitario, estar cercanos a la comunidad sobre que esta pensando la comunidad, que esta sintiendo la comunidad, que le interesa a la comunidad para que se pueda construir la agenda informativa.

S.P.: ¿Cuál cree que ha sido su trabajo más meritorio?
W.G.: Pues ha habido varias denuncias en cuanto al tema que han sido motivos de un tratamiento incluso, nacional, el mas reciente ha sido todo el problema de la chatarrización y el caos vehicular que hay aquí en Bogotá con la denuncia que yo hice sobre un carrusel millonario que tienen los transportadores y que lleva 4, 5, 6 meses siendo noticia. Ese fue uno de los temas que colocamos aquí, y el otro tema fue una denuncia que hubo con una corrupción en las 20 alcaldías locales que originó todo este revolcón de Lucho Garzón, que nombro a 20 mujeres en las alcaldías y hubo todo un debate durante toda una semana… han habido varios. Yo creo que lo más importante aquí es el tema del multimedia, porque somos pocos los que estamos haciendo el ejercicio de escribir para tres géneros. Y no solamente se trata de repetir una noticia en tres medios, sino saber como se puede distribuir una noticia, sus piezas en tres medios diferentes que lleven a la gente a visitar todos los medios de Casa Editorial El Tiempo.

S.P.: ¿Cuáles han sido sus mayores satisfacciones como periodista?
W.G.: Mmmm… cuando a raíz de una información yo genero decisiones de tipo administrativo para corregir esa situación, el tema de transporte, el tema de los trancones aquí en Bogotá, pues, el tema de las alcaldesas como le mencionaba, el tema de la Gobernación de Cundinamarca, que fue hace unos 7 u 8 años, y hace 2 años condenaron a quien era el gobernador de ese entonces, y también cuando uno establece esos vínculos muy personales con ciertos personajes de la comunidad donde terminan tomando decisiones que benefician a esa comunidad. Uno no siente tanta satisfacción por lo que publica, sino por la reacción a esa publicación. Digamos que la satisfacción es mucho después de uno ver una nota en un periódico, aunque si es satisfactorio, uno siente que no perdió el trabajo cuando eso genera una reacción en las autoridades y a su vez, genera el mejoramiento de las condiciones de vida de una localidad.

S.P.: Bueno, señor González, muchísimas gracias por estar con nosotros, y, ¡feliz día del periodista!
W.G.: Muchas gracias y por favor, un saludo muy especial a John Gutiérrez.