La industrialización ha planteado serios problemas para la integración de las masas alrededor de la cultura y sus diferentes modelos. Umberto Eco postula* una preocupación legítima alrededor de los mass media cómo modeladores de conductas y tendencias de habitus en los diferentes niveles sociodemográficos y se basa en la premisa de que el hombre contemporáneo no es el mismo que el modelo renacentista ha impulsado y que es el propuesto para el análisis de los media, pues este hombre con patrones de análisis y conductas predecibles carece de los valores suficientes para analizar de manera distinta la incursión mediática de la cultura o viceversa.
Los argumentos que el autor traza en contra de la cultura de masas son de corte apocalíptico, pues no admite de manera alguna la influencia que los media tienen sobre las capas de la sociedad y la manera en que han permeado la cultura hasta banalizarla y darle un cariz mercantil por situarla al alcance de todas las capas sociales, la industria de los media es vista cómo la que determina en lo absoluto el consumo cultural y le impide cualquier tipo de originalidad y vida, pasa a ser un producto estéril cuyo valor reside únicamente en si mismo y no en su trasfondo.
Por otro lado, en los argumentos que defienden la cultura masiva, está el mismo valor de la democratización visto desde un ángulo positivo, permitiendo el conocimiento basado en el bombardeo constante de datos y patrones de criterio que dan la posibilidad de formar y aprender; también Eco da por sentado, que el capitalismo no es exclusivo de la cultura de masas y que su uso se ha extendido a lo largo de los regímenes, hasta puede ser vista como factor de homogeneización y unión política y social, de esta manera se hace más fácil la recepción de los bienes culturales.
El autor plantea una nueva visión acerca de la cultura mediática que la incluye cómo posible vehículo de valores culturales; mas allá de si esto ejerce influencias positivas o negativas, en un equilibrio conjunto con las leyes del mercado y las tendencias que las masas pautan para sí mismas. El objetivo es demostrar que la cultura no desaparece ni se hace menos efectiva por ser mercantil, siguiendo las leyes del sistema imperante, en donde no importa el tipo de influencia sino el afán de democratizar la cultura de manera adecuada.
*=Libro: Apocalípticos e Integrados, de Umberto Eco
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