Por: Juan Sebastián Peñuela Sánchez
Cuando se esta buscando algo diferente que hacer, y tanto ver libros le satura la mente, no esta de mas ir al pabellón de Caricatura y Humor Gráfico y sentarse frente a un mangaka (caricaturista de manga) y pedirle un versión a color o a lápiz de usted.
Con precios tan módicos que van desde los $5.000 hasta los $15.000, se podrá llevar a su casa y para el deleite de sus amigos y familiares, una imagen suya vistiendo de samurai, geisha o cualquier personaje que la animación japonesa le ponga frente a sus ojos.
Todo empieza de la manera más sencilla: usted camina por los pasillos evaluando la calidad de los dibujos en los stands y que tan ocupados están los expertos dibujantes de turno.
En el momento en que se aburre de caminar o que le llamó la atención un estilo, se acerca y, tímidamente, pregunta el costo de la siguiente manera: “¿A como el manga, hermano?”.
Si el precio le convence, después de revisar su exangüe presupuesto, accederá de la manera mas discreta posible (la emoción no debe hacerse patente en su cara) a sentarse y esperar turno o en el mejor de los casos empezar con el proceso.
El mangaka, muy fresco, le preguntará si quiere “retratarse” así no más o como algún personaje en especial. Y de inmediato, con una agilidad que avergonzaría al más ágil de los gatos, manipulará lápices, esferos y tintas hasta lograr que el dibujo cobre vida ante los ojos de decenas de chismosos.
Mientras esto sucede, viene la parte mas “aburrida”, quedarse en una posición, fijamente, mirando hacia en infinito o hacia un televisor en una esquina; pero todo este esfuerzo tiene sus resultados: envuelto en una bolsa de papel, para protegerlo cual Gioconda invaluable, está su manga personalizado; y con el la satisfacción de su ego.
Estos resultados son posibles en sitios tan singulares como Freak Tower, entre otros, localizados en el pabellón anteriormente mencionado.
Cuando se esta buscando algo diferente que hacer, y tanto ver libros le satura la mente, no esta de mas ir al pabellón de Caricatura y Humor Gráfico y sentarse frente a un mangaka (caricaturista de manga) y pedirle un versión a color o a lápiz de usted.
Con precios tan módicos que van desde los $5.000 hasta los $15.000, se podrá llevar a su casa y para el deleite de sus amigos y familiares, una imagen suya vistiendo de samurai, geisha o cualquier personaje que la animación japonesa le ponga frente a sus ojos.
Todo empieza de la manera más sencilla: usted camina por los pasillos evaluando la calidad de los dibujos en los stands y que tan ocupados están los expertos dibujantes de turno.
En el momento en que se aburre de caminar o que le llamó la atención un estilo, se acerca y, tímidamente, pregunta el costo de la siguiente manera: “¿A como el manga, hermano?”.
Si el precio le convence, después de revisar su exangüe presupuesto, accederá de la manera mas discreta posible (la emoción no debe hacerse patente en su cara) a sentarse y esperar turno o en el mejor de los casos empezar con el proceso.
El mangaka, muy fresco, le preguntará si quiere “retratarse” así no más o como algún personaje en especial. Y de inmediato, con una agilidad que avergonzaría al más ágil de los gatos, manipulará lápices, esferos y tintas hasta lograr que el dibujo cobre vida ante los ojos de decenas de chismosos.
Mientras esto sucede, viene la parte mas “aburrida”, quedarse en una posición, fijamente, mirando hacia en infinito o hacia un televisor en una esquina; pero todo este esfuerzo tiene sus resultados: envuelto en una bolsa de papel, para protegerlo cual Gioconda invaluable, está su manga personalizado; y con el la satisfacción de su ego.
Estos resultados son posibles en sitios tan singulares como Freak Tower, entre otros, localizados en el pabellón anteriormente mencionado.
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